El trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), actualmente es incluido en los trastornos del neurodesarrollo en el DSM-5. Este trastorno se caracteriza  por una serie de conductas de inatención y/o hiperactividad que aparecen en los primeros años de vida del niño y que, con una evolución distinta en cada etapa del desarrollo, tienden a mantenerse durante la infancia, adolescencia y etapa adulta, afectando claramente al funcionamiento social, académico o laboral, o reduciéndolos.

ORIGEN

Actualmente no hay certeza absoluta sobre las causas del TDAH que, probablemente son múltiples. No obstante las hipótesis más plausibles se orientan hacia explicaciones neurológicas o neuroquímicasque interactúan con factores psicológicos y ambientales. Se ha detectado una heredabilidaddel TDAH del 76% (Farone, Perlis, Doyle et al., 2005). Además el TDAH se asocia con un déficit en el funcionamiento ejecutivo, el cual nos permita regular, planificar y controlar nuestro comportamiento.

TIPOS

Dependiendo de la sintomatología en el TDAH, podemos diferenciar aquellos que presentan más dificultades en el mantenimiento de la atención (tipo inatento) o aquellos en los que sus dificultades se deben más a un exceso de movimiento así como dificultades en el control de impulsos (tipo hiperactivo). No obstante, tanto la sintomatología inatenta como hiperactiva puede aparecer de forma conjunta en cuyo caso no se haría diferenciación.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

El Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM-5) enumera la sintomatología que pueden presentan aquellas personas con TDAH:

  1. INATENCIÓN
  2. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a los detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (por ejemplo, se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
  3. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (por ejemplo, tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o lectura prolongada).
  4. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo, parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
  5. Con frecuencia  no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales (por ejemplo, inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
  6. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (por ejemplo, dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
  7. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (por ejemplo tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos).
  8. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (por ejemplo, materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles de trabajo, gafas, móvil).
  9. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).
  10. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (por ejemplo, hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).
  11. HIPERACTIVIDAD E IMPULSIVIDAD
  12. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
  13. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (por ejemplo, se levanta en clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, en situaciones que requieren mantenerse en su lugar.
  14. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.).
  15. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
  16. Con frecuencia está “ocupado”, actuando como si “lo impulsara un motor” (por ejemplo, es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).
  17. Con frecuencia habla excesivamente.
  18. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (por ejemplo, termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
  19. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una cola).
  20. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen los otros).

INTERVENCIÓN

La intervención adecuada para un niño hiperactivo requiere, por necesidad, un tratamiento combinado(farmacológico, psicológico y psicoeducativo).

Los objetivos fundamentales de cualquier intervención deben llevar a reducir la sintomatologíadel trastorno y a proteger la autoestima del niño.

Al margen de las necesidades específicas de cada edad, los objetivos principales en las intervenciones terapéuticas son las siguientes: reducir la actividad; mejorar la atención sostenida; controlar la impulsividad y la agresividad; respetar las normas sociales; mejorar las relaciones familiares y sociales; controlar las emociones; mejorar el rendimiento académico; aumentar el bienestar personal; mejorar la autoestima, la aceptación personal y la autonomía; y, por último cultivar un estilo de vida reflexivo.

COMORBILIDAD

La presentación aislada del trastorno es poco frecuente. De hecho se encuentran tasas de comorbilidad de hasta el 85%en muestras clínicas (Jense, Hinshaw, Kraemer, Lenora, Newcorn, Abikoff et al., 2001).

Los problemas más comúnmente asociados son: trastornos de conducta, alteraciones del aprendizaje, malestar emocional con predominio de síntomas ansioso-depresivos y alteraciones del entorno familiar.