¿QUÉ ES?

La ansiedad es una de las patologías más comunes, es algo que todos hemos sentido en algún momento. Es la respuesta de nuestro organismo hacia una amenaza. Cuando nuestro organismo cree que corremos peligro pone en marcha un mecanismo de reacción automática y nos prepara para luchar o huir (respuesta lucha-huida) y enfrentarnos al ataque o amenaza. Nuestro corazón bombea sangre más rápido y aumenta la presión en sangre, se dilatan las pupilas, aumenta la tensión muscular…  es decir, nuestro cuerpo se activa en “modo supervivencia”, por lo que nuestro organismo dará más importancia a moverse, sea para luchar o para huir, que a pensar racionalmente.

¿POR QUÉ?

Estos cambios en nuestro organismo tienen un valor adaptativo cuando hay una amenaza real, pero la ansiedad se produce cuando nosotros consideramos que una situación es amenazante, y esto varía mucho dependiendo de cada persona, de las experiencias que hemos vivido, de los miedos que tenemos, de las inseguridades, etc. En este punto nuestros propios pensamientos juegan un papel muy importante, ya que influirán en aumentar o disminuir nuestro nivel de ansiedad.

Para diferenciar entre ansiedad “normal” o “patológica” tendremos que prestar atención a la intensidad, la frecuencia, la duración y a la presencia o no de una amenaza.

Si por ejemplo estamos de excursión por la montaña y oímos el rugido de un animal, nuestro cerebro se pondrá “en modo alerta” y preparará a nuestro organismo para luchar o huir, lo que conlleva una serie de cambios fisiológicos (bombear más sangre, aumento de la tensión muscular, etc.) que nos preparará para sobrevivir a la amenaza.

Con situaciones más cotidianas, tener un examen o una entrevista de trabajo por ejemplo, tener un nivel moderado de ansiedad puede ayudarnos a estar más concentrados y activos, lo que favorecerá nuestro desempeño. Pero si el nivel de ansiedad es muy elevado o permanece en el tiempo una vez no está presente la amenaza (siguiendo con el ejemplo, si ya hemos terminado el examen o la entrevista de trabajo) es conveniente averiguar con un especialista qué pensamientos y creencias nos llevan a mantener este nivel de ansiedad.

¿CÓMO SE TRATA?

La terapia psicológica para trabajar la ansiedad no siempre es la misma, ya que hay diferentes tipos de trastornos de ansiedad y es necesario trabajar conjuntamente con el paciente, por lo que el plan de intervención es individualizado, ya que cada persona y caso son diferentes.  A nivel general podemos decir que la psicoterapia se divide en cuatro etapas: evaluación, proceso terapéutico, seguimiento y cierre (alta). Comenzaremos averiguando las causas y factores de la ansiedad, en qué situaciones aparece, qué pensamientos recurrentes hay, etc. y aprenderemos y trabajaremos técnicas que ayuden al paciente a cambiar las respuestas (cognitivas, fisiológicas y conductutales) de ansiedad de su organismo.