¿QUÉ ES?

Es un mecanismo de reacción de nuestro organismo que tenemos todas las personas y que se activa cuando nuestro cerebro detecta una situación amenazante o para la que no tenemos suficientes recursos, con la finalidad de aumentarlos.  La respuesta de estrés provoca un cierto “desequilibrio” en nuestro organismo, ya que redistribuye la energía en función de lo que necesitamos para resolver la tarea o amenaza a la que nos enfrentamos. Este tipo de estrés se conoce como eustrés y podemos decir que es el “estrés bueno”, ya que nos ayuda en una determinada situación. El que podríamos llamar “estrés negativo” se conoce como distrés, y aparecerá dependiendo de varios factores como la forma de evaluar el suceso, las características personales o el apoyo social.

Un mismo hecho no resulta igual de estresante para todas las personas, ni siquiera en todas las circunstancias o momentos de la vida para el mismo sujeto.

¿POR QUÉ?

Cuando una persona “está estresada” significa que percibe frecuentemente situaciones o amenazas a las que debe enfrentarse, por lo que este mecanismo está continuamente activado, sin descanso, incluso cuando la situación amenazante ya ha desaparecido. Un mismo acontecimiento o situación no resulta igual de estresante para todos, incluso en una misma persona puede variar su respuesta en diferentes momentos de su vida.

¿CÓMO SE TRATA?

La terapia psicológica para trabajar el estrés no siempre es la misma, ya que hay diferentes tipos de trastornos relacionados con el estrés y es necesario trabajar conjuntamente con el paciente, por lo que el plan de intervención es individualizado, ya que cada persona y caso son diferentes.  A nivel general podemos decir que la psicoterapia se divide en cuatro etapas: evaluación, proceso terapéutico, seguimiento y cierre (alta). Comenzaremos averiguando qué situaciones causan estrés y cuáles son los pensamientos que nos llevan a pensar que existe una amenaza o situación desbordante y por tanto, dan la señal de alarma. Aprenderemos técnicas y tendremos recursos para afrontar este tipo de situaciones y que nuestro organismo no se active tan frecuentemente.